Diario de Viaje: LOS ROQUES

LOS ROQUES. Este archipiélago situado en el Mar Caribe, a 168 Km al norte de La Guaira, el puerto de Caracas. Gracias a su majestuoso ecosistema, fue declarado Parque Nacional en el año 1972.

Si el paraíso existe sin duda alguna es este archipiélago. Cada cayo tiene una belleza increíble que te hace tener ansias de quedarte viviendo en él. Sin duda alguna es uno de mis lugares favoritos en el mundo.

Llevar lentes de sol, sombrero gigante y protector solar es fundamental a la hora de visitar este espectáculo natural. Las palmeras que dan sombra no abundan pero con esos consejos puedes lograr pasarla genial sin regresar a casa con una insolación.

Solo hay momentos de diversión y felicidad en Los Roques y durante el viaje hicimos muchas fotos para mostrarles. Espero les guste.

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GRAN ROQUE

Aquí reside la mayor parte de la población del archipiélago y es donde se encuentran todas las posadas. Es allí donde aterriza el avión y llegamos al lugar donde nos hospedamos. Lo primero que vi fue el muelle rodeado de pelícanos y muchas trinitarias y flores coloridas. 

Es desde aquí que salíamos a un nuevo cayo, todos los días.

DÓNDE HOSPEDARSE:

Posada Bequevé

Justo al llegar al Gran Roque, nos recibieron muy amables en Posada Bequevé y esperamos a que llegara la lancha que nos llevaría a Noronquí, un hermoso cayo donde tienen una hermosa churuata privada que nos sirvió de reguardo para almorzar en sus mesas, ya que esta posada tiene un plan todo incluído (alojamiento, traslados a los cayos, snorkel, guiatura, todas las comidas y además coordinan el boleto aéreo) por lo que no teníamos preocupación de buscar dónde comer. Todos los días, nuestro guía roqueño, John David, se encargaba de atendernos de la mejor forma, quien además realizaba el tour de snorkel, todos los días, en cada cayo que visitábamos.

CAYO NORONQUÍ

Ya que estuvimos 5 días en este paradisíaco lugar, visitamos un cayo cada día y el primero fue Noronquí. Sus aguas cristalinas como las de todo el archipiélago es un espectáculo visual. Apenas llegué me tumbé en la arena a disfrutar del clima tropical bajo una gran sombrilla, por supuesto. Luego, teníamos la opción de hacer una excursión de snorkel junto al guía. todos los días en cada cayo.

CAYO CRASQUÍ

En este cayo nos encontramos con un lugar especial y encantador: Rancho Don Lipe. Este restaurante es atendido por sus propios dueños, quienes allí viven y es por eso que junto a las suculentas langostas que degustas mientras tienes los pies en la arena y los ojos con vista al mar azul, te acompaña además una calidez única. 

Apenas entramos nos recibieron con muy buena atención y nos mostraron esta casita azul que recién construyeron para huéspedes que quieran disfrutar de este archipiélago de una forma desenfadada y como un local más. No es una posada ya que está prohibido este tipo de actividad económica en los cayos, pero podría decirse que es una casa de huéspedes, cómoda y a solo unos pasos del mar, por supuesto.

CAYO DE AGUA

Sin duda alguna, mi lugar favorito en el mundo. Lo más hermoso que mis ojos han visto, en cuanto a lugares paradisíacos se refiere, es Cayo de Agua. 

El 31 de diciembre fue un día muy surreal. Pasar el último día del año (2016) en una playa de película, parecía un sueño. Ese día me olvidé de los tacones y el maquillaje. Cambié las lentejuelas por un traje de baño y durante el día estuvimos nadando en estos azules, caminando por sus blancas arenas coralinas y sonriendo ante este hermoso paisaje.

Cuando me imagino volviendo a un lugar que jamás olvidaré, me imagino éste. 

Admito que nos habían advertido que en este cayo se podía surfear y a medida que lo recorríamos podíamos darnos cuenta de las olas que iban y venían. Lo que jamás me imaginé es que cuando caminaba por la orilla, totalmente acalorada y decidí echarme un zapullón en la orilla de este irresistible mar, se formaría una ola enorme que acabó por estamparme contra la arena y de la cual salí corriendo, llena de mucha adrenalina y riendo ante tal sorpresa. De verdad no me lo esperaba. Luego recordé que eso en realidad es un banco de arena. Es decir, no estaba en la "orilla" propiamente dicha, pues realmente eso está situado en medio del mar.

CAYO CARENERO - LA PISCINA 

De regreso al Gran Roque, hicimos una parada en Carenero, para ser exactos, en un spot que llaman "la piscina" debido al color, casi transparente, del agua. Y el cual está situado en medio del mar. Es algo asombroso.

CAYO FRANCISKY

Este cayo se divide en tres y es ideal para deportes extremos.

Su mar plano, brisa continua y cálido clima es perfecto para el kite y detrás de este cayo se encuentran olas ideales para el surfing.

Además, se encuentra un restaurante increíble que se llama Dos Mosquices y sirven platos exquisitos.

CAYO MADRISKI

Visitamos este cayo el día de regreso a casa y fue uno de mis favoritos. El color azul del agua en este lugar es fantástico, todos los tonos de azules pueden ser encontrados en Los Roques pero debo admitir que este me cautivó. 

La excursión de snorkel con nuestro guía John David fue un éxito ya que regresaron con una langosta. Lo bueno es que diciembre todavía es época de langostas y así no atentas contra su extinción.

Disfrutar de un suculento almuerzo mientras tienes frente a tus propios ojos una vista como esta puede ser descrito como uno de los mayores placeres de la vida.

Sin duda alguna, me enamoré de este lugar y lo recuerdo con mucha alegría cada vez.